Combustibles sintéticos: el futuro de la movilidad

Los combustibles sintéticos están cada vez más presentes en la agenda de las grandes compañías petroleras y en la investigación de universidades y centros de investigación de todo el mundo. Estos combustibles son producidos a partir de materiales renovables como el agua, el dióxido de carbono o la biomasa, y ofrecen una alternativa viable a los combustibles fósiles, contribuyendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a alcanzar los objetivos de la Unión Europea en materia de sostenibilidad.

Los combustibles sintéticos podrían ser una de las claves para lograr la transición hacia una movilidad sostenible en el futuro. Aunque aún no se han comercializado a gran escala, se espera que su producción aumente en los próximos años. El coste de llenar un depósito de combustible sintético dependerá de la materia prima utilizada, pero se estima que el precio podría oscilar entre los 70 y los 120 euros, lo que lo sitúa en una posición competitiva con respecto a los combustibles fósiles —que han sufrido en el último año, a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania,  precios al alza—.

Además, los combustibles sintéticos no están sujetos a los mismos impuestos que los combustibles fósiles, lo que los convierte en una alternativa atractiva para los conductores y las empresas de transporte. La reducción de impuestos sobre los combustibles sintéticos también puede incentivar a las compañías petroleras a invertir en la producción de estos combustibles y acelerar su comercialización.

¿Por qué los combustibles sintéticos serán una pieza clave en la transición hacia una movilidad sostenible?

Aunque la implementación de nuevos modos de movilidad como los coches eléctricos y los híbridos es una realidad, los combustibles sintéticos serán necesarios para cubrir las necesidades de transporte de vehículos que no se puedan electrificar —como los aviones o los barcos— o ciertos casos de movilidad interurbana. Además, los combustibles sintéticos también pueden ser una opción interesante para los vehículos que requieren una gran cantidad de energía, como los camiones de larga distancia.

En resumen, los combustibles sintéticos se presentan como una alternativa real a los combustibles fósiles y como una pieza clave en la transición hacia una movilidad sostenible. Aunque todavía no están ampliamente disponibles, se espera que su producción se expanda en los próximos años.

Si bien los nuevos modos de movilidad como los vehículos eléctricos tienen un papel importante en la reducción de emisiones, los combustibles sintéticos serán necesarios para cubrir las necesidades de transporte de los vehículos que no se puedan electrificar y para hacer que la transición hacia una movilidad sostenible sea una realidad.